Hay veces que te puede gustar mucho una actividad y hacerla de una buena manera, pero
cuando no te dan las oportunidades que necesitas o que mereces, terminan por
aburrirte. Es un tema que les pasa a muchos jugadores que se quedan en reservas
o en divisiones inferiores, eso no quiere decir que uno deja de ser jugador de
fútbol, puedes ya no ejercerlo profesionalmente pero futbolista sigues siendo. Por
ejemplo, cuando un doctor se retira, no deja de ser doctor. Las divisiones
menores es como el colegio y la universidad del fútbol, donde aprendes a
mejorar tus habilidades y a formarte como persona. Cuando culminas esa etapa ingresas
a reservas que ya es tu trabajo, por lo tanto, te pagan por hacerlo. A partir
de ahí, cuando te retiras, jamás dejas de ser futbolista, esa palabra “ex”
futbolista no es aceptable.
En mi caso, jugué desde el año 2004, es decir a los 11 años fútbol base en el Club Universitario de Deportes para de ahí pasar a copa
federación. El 2008 tuve un breve paso por el club Sporting Cristal donde
conocí buenas amistades, año donde salimos campeones de la categoría. A mi
vuelta a la “U” el 2009 había un ambicioso proyecto de menores, iniciando con
un cuadrangular con equipos extranjeros y nacionales, tales como Cantolao, Cruz Azul y New York Red Bulls, eso nos ayudó mucho para el campeonato y por eso
logramos el campeonato ese año. Al año siguiente tuve la oportunidad de irme 3
meses al club Independiente de Avellaneda pero sin mucho éxito, a mi vuelta
campeonamos nuevamente con la U dándole el bi-campeonato a mi categoría, en ese
entonces tenía 17 años. El 2011 tuve pruebas en Chile yéndome del todo del club
Universitario durante 6 meses, pase pruebas en Unión Española y Universidad Católica, al poco
tiempo ya con 18 años retorné a la “U” para jugar reservas, donde me quedé
hasta el año 2003, creo que uno debe saber hasta dónde llegar, creo que 2 años
en reservas fueron suficientes, en donde con 20 años de edad preferí retirarme
por falta de oportunidades en el club, tenía algunas opciones en provincias, pero sabía
que si en Chile no pude aguantar, en provincias menos, hoy me arrepiento no
haberlo hecho, seguro la falta de madurez, pero hoy tengo nuevos y diferentes
retos personales.
Definitivamente no fue fácil para mí asimilar eso, durante
mucho tiempo extrañaba todo, desde subirme al bus del club apodado “el lolito”,
hasta el olor de la cancha 1 en VIDU (villa deportiva de Universitario), más
que dejar mi trabajo, deje una vida atrás para buscar una nueva. Hoy 2 años
después aún hay veces que sueño estar dentro de la cancha, dentro del
monumental, mirando el césped y el balón rodar, lleno de gritos desesperados pidiendo
la pelota. Tus labios resecos y el sudor en tu cabello. No solo extraño el
jugar al fútbol en ese club, sino extraño donde me crie como futbolista y como
persona, mi casa.
Y Dale "U"...
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